Recordado y respetado, incluso hoy en día, como un gran explorador científico, Alexander von Humboldt realizó grandes aportes en el campo de la botánica, la geografía, e incluso previno a la Humanidad sobre los riesgos de la explotación sin consideraciones del medio ambiente, que, en su visión, llevaría a una catástrofe en la cual la supervivencia de los seres humano estaría comprometida; las preocupaciones por las que estamos pasando en la actualidad, externadas hace 200 años.
Una faceta menos conocida de Humboldt es la de “analista político”. Al conocer tantas regiones, y tener la oportunidad de compartir con personas del pueblo y con gobernantes del más alto rango (fue incluso invitado a la Casa Blanca por Thomas Jefferson), pudo vivir de cerca las condiciones de los pueblos de América, principalmente aquellos que hasta hacía poco habían estado bajo dominio español.
Aunque no llegó a estar en Centroamérica, llegó a escribir lo siguiente en su ensayo Sobre
la Situación Actual de la República de Centroamérica o Guatemala, terminado en París con fecha de 1826, y confeccionado según las noticias recibidas por correspondencia de parte de José Cecilio Valle:
Entre las siete repúblicas confederadas, México, Guatemala, Colombia, Bajo-Perú, Chile, Alto-Perú y La Plata, que se formaron en la antigua América española […], se encuentra la República de Guatemala, ubicada casi a medio camino. Los habitantes de estas tierras montañosa empezaron a luchar por su independencia y libertad en septiembre de 1821.
Humboldt explica que después de varios conflictos internos, en la Constitución aprobada por el pueblo en noviembre de 1824, las provincias centroamericanas acordaron adoptar el nombre República Federal de Centroamérica, escogido para contrarrestar la envidia que los demás Estados (El Salvador, Honduras y Nicaragua), tenían contra el Estado de Guatemala. Resulta curioso que Humboldt no mencioné a Costa Rica como una más de las provincias. A pesar de reconocer lo anterior, Humboldt sigue utilizando el nombre de Guatemala como sinónimo de toda la región centroamericana, y asegura que de ningún lugar de toda la América española tenemos hasta ahora menos noticias que de Guatemala.
Después de hacer un repaso impresionante de los recursos y posibilidades que se podían encontrar en “Guatemala” (sugiriendo incluso la creación de un canal interoceánico aprovechando el Lago de Nicaragua), sin entrar en grandes detalles acerca de la política de la región, pero haciendo observaciones muy sutiles, Humboldt cierra su ensayo con la siguiente observación:
Estas son las noticias que hasta el momento he recogido de la República de Centroamérica. El país, provisto de los más bellos regalos de la naturaleza, todavía está casi cerrado al comercio europeo. Sus nativos, los llamados indios cobrizos, son los más trabajadores y más cultos de toda América, incluyendo Michoacán y Cuzco.
Aunque nunca estuvo en nuestra región, con seguridad muchas personas conocieron Centroamérica a través de esta obra de Humboldt, y aún hoy ayuda a comprender parte de nuestra realidad actual.
Los fragmentos en cursiva fueron tomados de:
Von Humboldt, A. (1). Sobre la situación actual de la república de Centroamérica o Guatemala. Anuario De Estudios Centroamericanos, 1(1), 9-32. Recuperado a partir de https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/anuario/article/view/3038
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