Para nadie es un secreto que, para los alemanes, la música es una de las manifestaciones artísticas vitales, que se promueve desde la infancia, y se sigue practicando durante toda la vida, aunque las personas se dediquen a los campos más variados.
El sábado pasado fue la Expo Feria Alemana, en el Centro Nacional de Convenciones de Costa Rica, y todavía resuenan en nuestros oídos las piezas que tocaron los miembros de la comunidad Humboldt, desde niños de primaria hasta nuestros profesores y padres de familia.
"¡Estamos muy contentos! En momentos así es cuando sabemos que todo el esfuerzo y todo el trabajo valieron la pena." - aseguró Alfredo Rivera, jefe del departamento de música del Colegio Humboldt.
Con gran emoción, el "profe" nos contó acerca de uno de los mejores momentos de la tarde: "Una de las experiencias más lindas que tuvimos fue el debut de una banda de chicas. Hace tres años vinieron a buscarme y me dijeron que querían hacer una banda. No sabían tocar ningún instrumento, pero aprendieron rápidamente. Los profesores del departamento les ayudaron, y el sábado tocaron por primera vez en público; vencieron todos sus temores. Fue un sueño que se hizo realidad."
La música es algo muy serio para el Colegio, y en cada presentación se involucran desde el departamento de mantenimiento, que ayuda a cargar los instrumentos y a preparar el escenario, hasta los estudiantes, que son las estrellas. Una vez listos para comenzar, se puede ver el esfuerzo y la entrega de cada uno de ellos para que todo salga lo mejor posible.
"Esa cercanía que tienen nuestros estudiantes con la música es la que ha permitido que del Humboldt hayan salido personas que ahora son profesionales, y que siguen aportando a la escena musical de Costa Rica y más allá de sus fronteras"- continuó Alfredo. "La Expo Feria es además un escenario excelente para que los chicos se enfrenten al público y adquieran también esa experiencia."
¡Felicidades a todos los participantes! Sabemos que desde ya se están preparando para futuras presentaciones, porque en el Humboldt... ¡la música no para!
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